Chantilly es un tipo de encaje originario de la ciudad de Chantilly, en Francia. La tradición del encaje de Chantilly se remonta al siglo XVII y en los castillos de la zona se han encontrado antiguas cartas con dibujos detallados de este tipo de encaje. Hoy en día, el encaje de Chantilly puede utilizarse para todo tipo de prendas, como la lencería o los velos de novia.
Las mantillas de chantilly son un gran regalo para cualquier ocasión: bodas, fiesta, nochevieja…etc.
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En los bastidores redondos se coloca sobre aro móvil, ajustándolos para que el tejido que bien tensado.
De una u otra forma , el modelo dibujado en papel se ubica ahora bajo el tejido, sujetándolo a este con alfileres. Cristina siempre toma la precaución de situar las cabezas de los alfileres por el reverso del tul, para evitar que el hilo se enganche en ellas en el momento de bordar. Así dispuesto, va perfilando con hilo el contorno de los distintos motivos para que le sirvan de guía.
Terminado el proceso, retira el papel y comienza a bordar.
El bordado lo va avanzando desde las orillas del motivo hacia el centro; introduce la aguja en el vano y, dejando libre el contiguo, lo saca por el siguiente, para después volver desde el centro a las orillas pasando el hilo por los vanos exentos. La aguja se mete en el tejido por la punta y la saca por el ojal, manteniendo siempre una mano sobre el bastidor y la otra bajo él.De esta forma va rellenando el interior de los distintos motivos que componen el diseño, llevando distintas direcciones y nutriendo mas unos que otros con idea de conseguir distintos matices de color.
Jugando con los bordados pueden disponerse detalles calados, ojetes o cordoncillos.
Concluida la obra, se procede a ribetear todo el contorno con un festón, a fin de reforzar la orilla.
Cristina Gutiérrez es hoy de las pocas artesanas capaz de acometer la técnica para restaurar tules deteriorados por el tiempo, técnica que aprendió desde niña de forma que consiste en reponer la trama dañada si es muy grande o deshacer la labor estropeada y rehacerla nuevamente.
Cristina Gutiérrez atiende así a todos los encargos que le demandan, tanto de nueva creación como de piezas a restaurar. Su especialidad indiscutible son las mantillas y velos, pero confecciona mantos, sayas, tocas y otras prendas para las imágenes religiosas de iglesias y hermandades, tanto de la misma Granada, como de toda Andalucía.